Acis valentina: una planta endémica y ornamental
¿Conoces la Acis valentina? Se trata de una planta bulbosa de la familia de las amarilidáceas, que solo se encuentra en el sureste de España y el norte de Argelia. Es una especie endémica, es decir, que no crece en ninguna otra parte del mundo. También se la conoce como campanilla valenciana, campaneta o campanilla de invierno, por la forma y el color de sus flores.
La Acis valentina tiene un bulbo pequeño y ovoide, del que salen varias hojas lineares, estrechas y planas, de unos 10 a 20 cm de longitud. Las flores son blancas o rosadas, con forma de campana y con los tépalos recurvados hacia fuera. Se agrupan en umbelas terminales, sostenidas por un tallo floral que puede alcanzar los 30 cm de altura. La floración se produce entre diciembre y marzo, y es muy llamativa y fragante.
Esta planta es muy apreciada por su valor ornamental, ya que aporta color y aroma al jardín en pleno invierno. Además, es fácil de cultivar y no requiere muchos cuidados. Se adapta bien a suelos secos y pedregosos, y resiste el frío moderado. Se puede plantar en macetas, rocallas o borduras, siempre que tenga una buena exposición al sol. Solo hay que regarla cuando el suelo esté seco, y abonarla una vez al año con un fertilizante orgánico.
La Acis valentina también tiene usos medicinales, ya que se le atribuyen propiedades diuréticas, antiespasmódicas y antiinflamatorias. Se puede preparar una infusión con las hojas o los bulbos, o aplicarlos directamente sobre la piel para aliviar heridas, quemaduras o picaduras. Sin embargo, hay que tener cuidado con su consumo interno, ya que puede ser tóxica en dosis altas.