El amaranto (Amaranthus caudatus) es una planta que pertenece a la familia de las amarantáceas y que se originó en las regiones andinas de Perú y Bolivia. Es una planta muy apreciada por el valor nutritivo de sus semillas, que se pueden consumir como cereal, y por la belleza de sus hojas y flores, que se pueden usar como ornamentales.
Nombres comunes: Amaranto, Achita, Quilete, Trigo del Inca, Bledo francés, Kiwicha, Achis, Achos, Ataco, Coimi, Incajataco, Millmi, Sangoracha, Moco de pavo, Choroes-dos-jardins, Moncos-de-perú, Quinoa de Castilla, Quinoa del valle, Trigo inca, Coime, Cresta de gallo.
El amaranto es una planta de rápido crecimiento que puede alcanzar entre 50 y 300 centímetros de altura. Tiene un tallo central cilíndrico y rojizo, del que salen ramas laterales desde la base. La raíz principal es corta, pero se ramifica en raíces secundarias largas que le dan estabilidad. Las hojas son anchas, ovaladas o romboides, de color verde brillante, con nervaduras rojas o moradas en algunas variedades. Las flores son muy vistosas y se agrupan en largos racimos colgantes de color rojo, púrpura o dorado, que contrastan con el follaje.
El cultivo del amaranto es sencillo, ya que se adapta a diferentes condiciones ambientales y de suelo. Resiste la sequía, el frío y la salinidad, y puede crecer en suelos húmedos, áridos o pobres. Se multiplica por semillas, que se siembran a poca profundidad en tierra húmeda. Se puede sembrar primero en almácigos y luego trasplantar al jardín o al huerto, o directamente en el lugar definitivo. Se recomienda sembrar el amaranto en lugares bien iluminados, preferentemente en verano o a principios de primavera.
El riego del amaranto debe ser moderado, manteniendo la humedad del suelo sin encharcarlo. Se puede abonar con materia orgánica o fertilizantes balanceados para mejorar el desarrollo y la producción de semillas. La poda no es necesaria, salvo para eliminar las partes secas o dañadas. El amaranto es resistente a la mayoría de las plagas y enfermedades, aunque puede ser atacado por pulgones, ácaros o hongos si las condiciones son desfavorables.
La cosecha del amaranto se realiza cuando las espigas están maduras y las semillas se desprenden al frotarlas. Se cortan las espigas y se ponen a secar al sol durante unos días. Luego se trillan para separar las semillas de las brácteas. Las semillas se pueden almacenar en recipientes herméticos para su posterior consumo o uso.
El amaranto es una planta con múltiples beneficios y usos. Sus semillas son ricas en proteínas, aminoácidos esenciales, fibra, minerales y antioxidantes. Se pueden consumir cocidas, tostadas, molidas o germinadas, como sustituto o complemento del arroz, el maíz o el trigo. También se pueden elaborar harinas, panes, galletas, tortillas, granolas o bebidas con ellas. Sus hojas son comestibles y se pueden usar como verdura, en ensaladas, sopas o guisos. Sus flores son ornamentales y se pueden usar para decorar jardines, macetas o ramos.
