El Carduus acanthoides L., comúnmente conocido como cardo espinoso sin plumas, cardo abrojo, cardo o cardo negro, es una especie de planta bienal de la familia Asteraceae. Esta planta es nativa de Europa y Asia y ha sido introducida en muchas otras áreas, donde a veces se considera una especie invasora.
Descripción Botánica
El Carduus acanthoides puede superar los 2 metros de altura y formar densos rodales monoespecíficos. El tallo y el follaje son espinosos y en ocasiones lanosos. El epíteto específico acanthoides hace referencia a su follaje espinoso. La planta comienza con una roseta basal plana y luego desarrolla un tallo erecto con hojas dentadas, arrugadas y espinosas que son ocasionales. Las hojas miden entre 10 y 20 cm de largo con bordes lobulados o divididos pinnadamente. La superficie abaxial (inferior) de la hoja es algo peluda. En la cima de cada rama del tallo hay una inflorescencia de uno a varios capítulos florales, cada uno redondeado, cubierto de filarios espinosos y llevando muchos flósculos delgados, de color púrpura o rosa. Cada cabeza floral mide alrededor de 13 a 25 mm de ancho. Florece durante todo el verano y principios del otoño. Los aquenios son de 2 a 3 mm de largo, tetraédricos, con rayas longitudinales tenues. Las cerdas del vilano son de 11 a 13 mm de largo. Después de florecer y producir semillas, la planta muere.
Distribución y Hábitat
El Carduus acanthoides es nativo desde Francia e Italia, a través de Rusia y Kazajistán, hasta China. En su rango nativo, la planta se encuentra en pastizales abiertos y áreas perturbadas, y en rangos no nativos es una maleza de pastizales anuales, bordes de carreteras, campos y pastos, y áreas perturbadas. La planta se ha introducido ampliamente en gran parte de América del Norte, donde a veces se considera una maleza nociva o especie invasora. El Departamento de Alimentos y Agricultura de California tiene un programa activo para controlar las poblaciones conocidas. Se propaga a través de sus semillas. Cada planta produce alrededor de 1000 semillas. Sin embargo, la planta tiene impactos beneficiosos en las abejas nativas de América del Norte.
Impacto Ecológico
A principios del siglo XXI, esta especie se ha convertido en el cardo por antonomasia de la región pampeana, siendo la más frecuente y abundante en campos de cultivo y áreas de pastoreo. Posiblemente fue introducida involuntariamente con las primeras colonizaciones europeas del siglo XVIII. A pesar de su extrema sensibilidad al herbicida clásico 2,4-D, sus poblaciones son muy grandes. En la región pampeana, por ejemplo, sus poblaciones se han expandido y es común en campos de pastoreo viejos. En las proximidades de la región, se liberó el coleóptero Rhinocyllus conicus cuya larva devora los capítulos florales. Sin embargo, las poblaciones de cardos no se vieron afectadas significativamente.
Consideraciones para la Gestión
El manejo de Carduus acanthoides requiere un enfoque integrado que combine el control mecánico, químico y biológico. La eliminación manual o mecánica antes de la floración puede ser efectiva para pequeñas infestaciones. El uso de herbicidas puede ser necesario para controlar poblaciones más grandes, aunque se debe tener cuidado para evitar daños a la flora nativa y la resistencia a los herbicidas. El control biológico, como la introducción de especies de insectos que se alimentan de la planta, ha tenido un éxito limitado y debe ser monitoreado cuidadosamente para evitar impactos no deseados en el ecosistema.
En resumen, el Carduus acanthoides es una especie fascinante con una rica historia ecológica y un impacto significativo en los ecosistemas que invade. Su manejo y control son esenciales para preservar la biodiversidad nativa y mantener el equilibrio ecológico en las áreas afectadas.